En el día a día a penas prestamos atención a nuestra atención, valga la redundancia. Sin embargo, puede ser mucho más importante de lo que pensamos.
¿Por qué nos cuesta tanto prestar atención?
Estamos en la era de la información. Por todos es sabido que podemos acceder a gran cantidad de ella en cualquier momento gracias a Internet. Sin embargo, esta hiperconexión hace que nuestra capacidad para concentrarnos sufra. Esto es porque día a día estamos expuestos a millones de estímulos nuevos que luchan para captar nuestra atención.
Seguro que te suena la sensación de pasar un rato en redes sociales y no acordarte de lo que has visto. Esta reducción de la capacidad para concentrarnos, también se manifiesta en dificultades para leer o para escuchar lo que nos están diciendo.
¿Qué hacemos para mejorarla?
La atención es una habilidad más, necesita entrenamiento. Es por ello que, si queremos mejorar nuestra capacidad para atender efectivamente, tenemos que ejercitarla. Un truco para ello es intentar, por ejemplo, leer textos cada vez más largos, evitando la tentación de cambiar de tarea o de consultar las redes sociales. Simplemente no hagas nada más que leer hasta que acabes el texto. Si tu capacidad atencional se encuentra muy mermada, te costará al principio. Sin embargo, se trata de un proceso, y cada vez resultará más fácil.
¿Qué beneficios tiene?
Cada vez que intentes centrar toda tu atención en la tarea que tienes entre manos, estarás practicando mindfullness o atención plena. Esto es, centrarte en el presente dejando de lado las presiones futuras y pasadas. Este ejercicio tiene múltiples beneficios:
- Aprender más cosas por ti mismo, estimular tu curiosidad y sentirte realizado. Si alcanzas una buena capacidad de concentración, esta te permitirá centrarte en aprender nuevas habilidades.
- Aprendizaje más profundo. Ejercitar nuestra capacidad atencional no sólo nos permitirá aprender cosas nuevas, sino también lograr un aprendizaje más profundo. Esto nos hará crecer personal e intelectualmente, siendo capaces de replantearnos ideas y opiniones.
- Favorece los procesos de regulación emocional. A nivel neurológico sabemos que el entrenamiento de la atención fortalece procesos de autorregulación y neuroplasticidad. De esta forma ayuda a reducir el estrés, la fatiga emocional y la depresión.
- Disminuye el deterioro cognitivo natural del envejecimiento.
- Aumenta la creatividad. Este entrenamiento disminuye la rigidez cognitiva y aumenta nuestra creatividad para resolver problemas. Una de las explicaciones es que al disminuir el pensamiento obsesivo, podemos dejar ir nuestras ideas preconcebidas, ser más receptivos a nuevas experiencias y por lo tanto abrirnos a soluciones novedosas.
- Incrementa efectividad de tratamientos. El entrenamiento de la atención se ha incorporado como complemento al tratamiento de ciertas enfermedades. Se ha confirmado que aumenta la efectividad de tratamientos para la psoriasis, dolor crónico, insomnio, desórdenes alimenticios y control de adicciones.
- Te hace más feliz. Personas que han practicado estas técnicas han reportado que mejora su calidad de vida, motivación en el trabajo, afecto positivo y bienestar subjetivo.
En resumen, la evidencia sugiere que entrenar la atención es un excelente complemento para: mantenerte joven y sano, hacerte más inteligente, creativo y feliz.