Imagínate en una habitación tenuamente iluminada con velas o pequeñas lucecitas, estás acurrucado en un sofá con ropa cómoda y una manta suave por encima. Mientras, disfrutas de tu bebida caliente favorita y el fuego crepita en la chimenea. Nada te preocupa en este momento. Esto es el Hygge.
Quizás has oído hablar de esta palabra. Se trata de un concepto danés referido a una atmósfera de bienestar y confort. Se suele asociar a espacios hogareños, pero cada vez más gente la extiende a situaciones y actividades. También está muy asociado a la desconexión tecnológica y a la conexión con uno mismo, y a la atención plena o mindfullness.
Si buscas imágenes relacionadas con el Hygge, estas te van a transmitir calma y bienestar. Aunque hay pautas para crear esta atmósfera, los practicantes del Hygge insisten en que cada uno tiene que encontrar las propias circunstancias y actividades que le generen estas sensaciones. Puede ser que alguien encuentre la calma en calcetar con su perro a los pies, mientras para otra persona sea dar una vuelta en bici por un parque en un día soleado (o ambas).
.
Algunas definiciones:
«El Hygge se trata simplemente de vivir el momento. Se trata de pasar tiempo de calidad, un momento de paz en un espacio en calma, sin nada pendiente de hacer. Es acerca del humor, del afecto, de crear conexiones con personas. Se trata de pasar tiempo contigo mismo y con tu familia. El Hygge se desvanece en el momento que tus preocupaciones por cosas que hacer aparecen«. (Oliver Hansen).
«Hygge no es la ausencia completa de cosas que te sobrepasan, como muchas veces se explica. El Hygge es una manera práctica de crear un santuario en el medio del día a día estresante. De iluminar la oscuridad y invitar a la calidez, la simplicidad y las conexiones, que contrastan con el caos y alivian la ansiedad» (Louisa Thomsen)
Hygge asociado a la naturaleza:
El Hygge no está sólo asociado al hogar, sino también a la naturaleza. Diferentes estudios han comprobado que la naturaleza nos calma. Por ejemplo, caminar por el bosque, escuchando ses sonidos reduce los síntomas ansiosos y depresivos. Para ello hay que prestar atención a lo que estamos haciendo, dejar ir las preocupaciones e intentar disfrutar del momento.
Pautas para tener un día Hygge:
- Crea un espacio cómodo en un lugar de la casa que te guste. Puedes usar mantas, incienso, velas, aromaterapia, etc. Lo que a ti te genere calma y bienestar.
- Prepara un dulce, una comida o una bebida y disfrútala en tu espacio.
- Pasa tiempo de calidad con la gente que quieres. Puedes conversar, ver una película, pasar un rato juntos leyendo…
- Intenta prestar atención a ese momento de bienestar y no distraerte con pensamientos que te generan tensión. Tienes todo el tiempo del mundo, no tengas prisa.
Así mismo, también puedes dar un paseo por el bosque y disfrutar del sol y del silencio, dar una vuelta en bicicleta, organizar un picnic con tus amigos. Simplemente párate un tiempo y disfruta del bienestar que te dan las pequeñas cosas.