¿Te molestan mucho las luces y los ruidos? ¿Te emocionas fácilmente? ¿Trabajas mal bajo presión? Quizás eres una Persona Altamente Sensible (PAS).
¿Ser sensible supone algún problema?
Entre un 15 y un 20% de la población es altamente sensible. Este rasgo consiste en procesar la información que nos llega a través de los sentidos de forma más activa. Por lo tanto, no se trata de ninguna patología ni rasgo anómalo, sino de una forma diferente de procesamiento y de vivir las experiencias.
Normalmente, la sensibilidad, el reaccionar emocionalmente o sensitivamente con más facilidad, se percibe en la sociedad occidental actual como una debilidad, o incluso como sinónimo de cobardía. Este prejuicio se aplica sobre todo a hombres, debido a la educación diferenciada entre géneros.
A pesar de que esta idea es errónea, es cierto que socialmente se valora en mayor medida la tenacidad, el ser extrovertido y el no tener miedo a nada. El hecho de que este perfil esté más aceptado, hace que las personas con más sensibilidad se lleguen a sentir avergonzadas e incluso culpables de sus propias características. Sin embargo, ser Altamente Sensible no es un defecto ni una desventaja en sí mismo.
Características de las Personas Altamente Sensibles:
- Perciben mayor información sensorial y se da cuenta de detalles sutiles.
- Cuentan con una mayor profundidad de pensamiento y los elabora con más detenimiento.
- Suelen ser más introvertidos e introspectivos.
- Alcanza mayores habilidades para el desarrollo de tareas relacionadas con la creatividad y el arte.
- Tiene una mayor capacidad de empatía.
- Poseen una mayor conciencia global.
- Al procesar la información sensorial con más intensidad, pueden llegar a saturarse con mayor facilidad. Esto los hace más vulnerables al estrés, la ansiedad y la depresión. Una PAS es capaz de procesar mucha información pero necesitará periodos de breve descanso para recuperar su equilibrio biológico e iniciar de nuevo su tarea. Por lo tanto, una gestión adecuada de los descansos y del autocuidado puede resultar muy útil.
- Suelen afectarles más los cambios vitales.
- Son más sensibles a los ruidos, las luces y a las aglomeraciones (sobreestimulación).
Con este test puedes comprobar si presentas esta serie de rasgos psicológicos.
Las investigaciones apuntan a que este tipo de procesamiento sensorial comienza a desarrollarse en la etapa intrauterina, y continúa durante la infancia y la adolescencia. Esto indica que esta forma particular de sentir puede tener un componente genético.
Si te sientes sobrepasado o crees que necesitas ayuda para gestionar tus emociones puedes pedir cita aquí. Estaremos encantadas de poder ayudarte.
“La valoración de las diferencias (mentales, emocionales, psicológicas) es la esencia de la sinergia. Y la clave para valorar esas diferencias consiste en comprender que todas las personas ven el mundo no como es, sino como son ellas mismas.» (Stephen Covey)