«La Navidad puede ser una época delicada para aquellos que están atravesando una mala situación: personal, laboral, económica o familiar»
Para algunas personas, estas fechas se convierten en una pesadilla de la que despertarse cuanto antes. Determinados acontecimientos vitales pueden teñir la navidad con un aire nostálgico, triste o difícil (p.ej. el duelo o las dificultades económicas), por ello, es importante conocer una serie de pautas básicas que guíen la conducta durante esos días:
- Evita tomar decisiones importantes:
Espera a poder tomarlas en frío, cuando te encuentres preparado para valorar los pros y contras inherentes a la decisión. Cuando generamos estrés, ansiedad, ira, o tristeza intensa, nuestro cerebro no se encuentra en condiciones para realizar una correcta valoración de las circunstancias.
- No evites el problema:
Es fundamental que te conozcas, lo que incluye ahondar en las causas que pueden estar motivando tu aversión hacia la navidad. Si esta es demasiado intensa, necesitarás abordarla con un profesional.
- Trata de rodearte de gente que te haga sentir cómodo:
Si es una etapa delicada, intenta atravesarla con gente de confianza que no te exija esforzarte por sociabilizar en exceso. Busca tu comodidad. Si no dispones de esta opción, piensa que no tienes porqué forzarte hasta el límite (y sé inteligente a la hora de sentarte en la mesa).
- No te dejes llevar por una actitud desagradable:
Es posible que te apetezca pasar más tiempo en tu casa, no obstante, los demás no son culpables de disfrutar las navidades de una forma distinta. Piensa que habrá personas preocupadas por ti, que intentarán hacértelo más fácil. En caso de que no lo consigan, valora su esfuerzo.
- Emplea el sentido del humor:
Amortigua la incomodidad asociando lo que te pasa con situaciones graciosas. Por ejemplo, trata de verte a ti mismo como el protagonista de la película «El Grinch».
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