¿Alguna vez has tenido tanto miedo a fracasar en algo que ni siquiera lo has intentado? ¿O bien lo has hecho y el miedo te ha llevado a hacerlo mal? Tranquilo, no estás sólo, el miedo al fracaso es un miedo común.
Todos nosotros hemos experimentado esto de una manera u otra. El miedo al fracaso puede paralizarnos y, por lo tanto, hacer que no avancemos, o que perdamos oportunidades de aprender y crecer personalmente.
El miedo al fracaso puede llevarnos a fracasar.
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¿Qués es el miedo al fracaso?
El miedo al fracaso es muy común en nuestra sociedad.
En primer lugar, aclarar que es una sensación normal, todos tenemos miedo a que las cosas nos vayan mal. El problema es cuando afecta a nuestro día a día, paralizándonos.
También hay que destacar que el fracaso no significa lo mismo para todo el mundo. Cada uno tiene su miedo particular y su fracaso particular. Puede que alguien le de mucha importancia a meter la pata en una exposición pública, mientras que a otros le dará más miedo educar mal a sus hijos, o decir algo inadecuado en una conversación.
¿A qué se debe el miedo al fracaso?
Este temor puede venir de distintas fuentes. Una de ellas es la educación recibida. Desde pequeños suelen recalcarnos nuestros errores. Por ejemplo, cuando nos portábamos mal solían reñirnos y castigarnos. Sin embargo, no era tan común que nos alabaran por hacer las cosas bien.
Esto nos lleva a un aprendizaje de que cometer un error o meter la pata, va seguido de un castigo. Por eso, lo vemos como algo horrible y, como humanos, tendemos a evitar todo lo que nos haga sentir mal.
Por lo tanto, de mayores, todo está teñido por esta supuesta importancia del error. Esto nos hace tender a dramatizar cada detalle que interpretamos como un error por nuestra parte. Ante estos pensamientos de que hacemos todo mal, nuestra autoestima se deteriora.
Así mismo, vivir una experiencia traumática también nos puede llevar al miedo a errar. Por ejemplo, si lo hemos pasado muy mal una vez que hemos hecho el ridículo en público, podemos estar asustados de repetirlo o extrapolarlo a otras situaciones.
¿Cómo mejorarlo?
- Se puede empezar por enfrentarte a pequeñas cosas que te den miedo (una llamada de teléfono,abordar un tema delicado con alguien…). Esto te hará darte cuenta de que las situaciones que tanto temías, normalmente, no son para tanto.
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- Explora qué puede ir mal en una situación que temes, y anota estrategias para resolverlo. Por ejemplo, una posible solución para no quedarme en blanco en una presentación es llevar algunas ideas anotadas, quitar hierro al asunto con una broma o una muletilla como «¿Por dónde íbamos?».
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- En vez de pensar en todo lo que puede salir mal, piensa en todo lo que puede salir bien. Imaginarnos en una situación en la que nos salen bien las cosas nos ayudará a relajarnos.
Moviéndonos hacia delante poco a poco conseguiremos superar el miedo. Recuerda que los fallos nos enseñan muchas cosas, de hecho, hay cosas que sólo aprendemos si metemos la pata.
Si crees que necesitas ayuda para superar tu miedo al fracaso, contacta con nosotros, estaremos encantados de poder ayudarte.
«Una persona que nunca cometió un error, nunca intentó nada nuevo» Albert Einstein
