El amor no duele, no te hace sentir mal. Si crees que estás sufriendo una situación de maltrato te ayudamos a salir de ella.
El maltrato contra la mujer o violencia de género:
El maltrato contra la mujer o la violencia de género es una de las situaciones más preocupantes de nuestra sociedad actual. Este año 2019, sólo en nuestro país, 49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex-parejas.
¿Por qué se da el maltrato contra las mujeres?:
La violencia de género tiene su origen en un modelo de sociedad patriarcal. En este tipo de sociedades, se considera a las mujeres como seres merecedores de menos derechos, menos capaces para desempeñar ciertas funciones, relegadas a dar una buena imagen y a sus roles tradicionales de cuidado. Lo anterior se combina con un la idea del hombre como el que proporciona el sustento y de mayor relevancia a nivel social. A esto se le une la idea del amor romántico y la dependencia que promueve. Todo ello hace que las mujeres estén consideradas como inferiores y como objetos que se pueden poseer, creando un caldo de cultivo para la violencia cuando no hacen lo que se espera de ellas, o simplemente por ser mujer.
El ciclo del maltrato:
La violencia de género no suele comenzar por un puñetazo. Existe un ciclo de violencia y posesión del que es muy difícil salir. Este ciclo tiene tres fases:
1. Acumulación de tensión:
El hombre empieza a mostrarse tenso e irritable, cualquier comportamiento de ella lo enfada. La mujer, sorprendida, intenta hablar con él para solucionar el problema, pero esto sólo lo empeora, ya que la ve como excesivamente dependiente y empalagosa. Debido a esto, la mujer intenta no provocarle más y entra en una fase de inmovilidad. El hombre la acusará de ser una persona anodina y aburrida.
Durante este proceso la culpabilidad siempre es volcada en ella, siendo él el que tiene la razón. Ella acaba dudando de su propia experiencia y se considera culpable de lo que pasa, apareciendo el miedo a perderlo. Esto va a reforzar todavía más el comportamiento del hombre.
2. Explosión violenta:
El hombre acaba explotando y carga contra su pareja, verbal o físcamente (insultos, golpes, amenazas…). La mujer, que sólo intentaba salvar la relación, se ve ahora impotente y débil, la desigual balanza que se ha establecido a lo largo de los años la paraliza. Entra en una “indefensión aprendida” que le impide reaccionar.
3. Luna de miel:
El agresor se arrepiente de su conducta, pide perdón, promete cambiar. Durante esta fase se convierte en el hombre más “encantador” del mundo, cediéndole todo el poder a ella. La mujer, al ver estos cambios piensa de verdad que el maltrato no volverá a ocurrir.
Una vez que ha conseguido el perdón de su víctima, siente que ya la ha recuperado. Por lo tanto, no tiene que seguir complaciéndola, empezando de nuevo
la irritabilidad y los abusos.
Cada vez la mujer es más dependiente, y tiene menos energía para luchar (indefensión aprendida). Empieza a darse cuenta de que haga lo que haga no puede controlar el comportamiento de su pareja, los malos tratos son arbitrarios e indiscriminados. A partir de aquí intenta mantenerse con vida dentro de la relación para que no se implique a los hijos e hijas.
Los ciclos de violencia se van sucediendo hasta que finalmente desaparece la “Luna de Miel”.