«Las distorsiones cognitivas son pensamientos erróneos/creencias disfuncionales que generan y mantienen actitudes y conductas perjudiciales»
La anorexia nerviosa es un trastorno psicológico que presenta una serie de características (por ejemplo: distorsión de la imagen corporal), muy conocidas por la población general. Sin embargo, e incomprensiblemente, pocas personas conocen el papel que ejercen los pensamientos en el mantenimiento de esta problemática (Beck, 1976):
Abstracción selectiva:
Selección de parte de la información, ignorando otros aspectos de la misma. Por ejemplo: si la paciente interpreta que se descontrola ingiriendo determinados alimentos, se dirá a sí misma: «si como un trozo de pizza, me la voy a comer entera, mejor no probarla».
Pensamiento polarizado:
Ausencia de término medio. El diálogo interno de la paciente se caracteriza por estar compuesto de expresiones absolutistas: «todo-nada», «bien-mal», «saludable-insalubre», «delgada-gorda», etc. (p.ej.: «Ahora que mi estómago se ha acostumbrado a no comer, es mejor que no coma nada. Si lo hago, volverá la sensación de hambre»).
Maximización y minimización:
Exageración de las consecuencias que entiende como negativas (p.ej. me he comido un helado, me siento fatal… estoy más gorda…) y minimización de las negativas (p.ej. me encuentro mejor cuando no como que cuando lo hago…si sigo teniendo energía, ¿qué más da que no coma…?)
Autorreferencias:
Incomodidad en contextos que tienen que ver con la comida y que derivan en pensamientos relacionados con los demás y con su peso (p.ej. «odio comer delante de la gente… la gente se me queda mirando…»).
Inferencia arbitraria:
Desorganización de la dieta basada en creencias o informaciones erróneas, no científicas y no contrastadas. La evitación de determinados alimentos (p.ej.: grasos), en favor de aquellos hipocalóricos (p.ej. determinadas verduras), ejemplifica esta distorsión cognitiva. No saben cómo combinar los alimentos, gestionar las cantidades y adecuarlas al gasto calórico diario.
Generalización excesiva:
Realizar afirmaciones fundamentadas en casos específicos. Por ejemplo: «si como hasta sentirme satisfecha, engordo lo que como».
Estas son algunas de las convicciones que promueven pautas de alimentación nocivas, que sustentadas en el tiempo pueden resultar en un trastorno de la alimentación. Debido a la peligrosidad/riesgos para la salud que comporta la anorexia nerviosa, la atención multidisciplinar resulta imprescindible para evitar el trastorno, o redirigir/paliar el mismo.
Por eso, si conoces a alguien en esta situación, ¡queremos ayudaros! Consultad con nuestros profesionales, estaremos encantados de atenderos.