Un psicólogo infantil o del desarrollo estudia los cambios que se dan en los niños hasta la adolescencia. Es decir, estudian el desarrollo normal para detectar cuando algo no va conforme a lo esperado. Se estudia el desarrollo motor, cognitivo, físico, afectivo y social.
¿Realmente mi hijo tiene un problema?
Las diferencias en el desarrollo entre unos niños y otros, o ciertas conductas que podemos ver como alarmantes (desafiantes, agresivas…) no siempre constituyen un problema.
Existen ciertos comportamientos que son característicos de una edad determinada, pero no de otras. Por ejemplo, un aumento de las rabietas es normal para un niño de 2-3 años, pero no para uno de 7. Por lo tanto, dependiendo de la edad podríamos estar hablando de un comportamiento problemático o de uno adaptado al nivel de desarrollo.
A parte de lo anterior, el comportamiento de los niños está influido por el hecho de que su cerebro todavía está madurando. Es por ello que no podemos esperar que el niño se comporte como un adulto en ciertos aspectos. Es normal que a edades tempranas les cuesten tareas como prestar atención, compartir o permanecer quietos y callados.
También se deben considerar las características de personalidad o. El hecho de que un niño se comporte de manera diferente, quizás porque es más inquieto o más introvertido, no significa que tenga un trastorno sino tan solo que tiene un carácter diverso.
¿Cómo trabaja un psicólogo infantil?
Cuando alguno de estos aspectos falla, se aplica una terapia adecuada a cada caso individual. De esta forma, siempre se adapta la intervención no sólo al problema concreto del niño, si no también a sus gustos, sus circunstancias, etc.
Así mismo, no podemos olvidar que se trata de niños, por lo que el aspecto lúdico es muy importante. Incluso existen formas de intervención psicológica basadas exclusivamente en el juego.
Cuando surge un problema en la infancia es importante abordarlo lo más pronto posible. De esta forma evitamos que empeore con el tiempo y que surjan otros durante la adolescencia y la edad adulta.
Cuando se aborda una problemática a tiempo, se le enseña al niño a gestionar adecuadamente los problemas, previniendo sufrimientos y preocupaciones futuras. Esto, a su vez contribuirá a su éxito y crecimiento personal.
El niño no es el único que es atendido:
El paciente del psicólogo infantil no es únicamente el niño. También los padres son entrevistados y pautados. Esto es porque el contexto familiar influye en gran medida en su desarrollo. La interacción con los padres, la comunicación, los límites, el cariño dado.. van a influir en cómo el niño se sienta y se comporte.
Cuándo acudir a un psicólogo infantil:
- Cambios de humor repentinos que no se corresponden con su estado normal (está triste, irritable, apático…)
- Tiene problemas para relacionarse con niños de edades similares a la suya.
- Tiene miedos desmedidos (a estar sólo, a ir al colegio…)
- Muestra comportamientos difíciles de gestionar (agresividad, desobediencia…)
- Tiene problemas para concentrarse, para leer o para hacer las tareas básicas adecuadas a su edad en el colegio.
- Empieza a mostrar síntomas físicos sin ninguna causa (dolores de barriga, vómitos, etc.). Estos pueden ser psicosomáticos, es decir, de naturaleza psicológica.
- Se obsesiona con ciertos pensamientos.
- No sabes cómo manejar la situación en casa.
- Sufre acoso por parte de los demás.