«Los trastornos de ansiedad suponen aprender a aceptar, afrontar y gestionar la incertidumbre»
Los trastornos de ansiedad, se han convertido en una de las mayores problemáticas del siglo XXI. No todo problema de ansiedad supone un trastorno (no se cumple el mínimo de síntomas requerido y/o el período temporal), por lo que cuanto antes se aborde la problemática, mejor será el pronóstico (mayor probabilidad de no convertirlo en cualquiera de los trastornos de ansiedad que definiremos a continuación).
Los trastornos de ansiedad se dividen en:
Trastorno de ansiedad social
Miedo intenso y continuado a la exposición social con personas, colectivos y/o grupos que el paciente interpreta que podrían juzgarle negativamente.
Puede ser específico (p.ej. hablar en público) o generalizado (p.ej. reuniones sociales, fiestas, conversaciones tú a tú, en grupo, etc.)
Trastorno de pánico
Episodios repentinos de miedo intenso que conllevan una serie de síntomas fisiológicos: aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la respiración, sudoración palmar, parestesias (sensación de hormigueo), etc.
Pueden ser inesperados o determinados situacionalmente (el paciente sabe que, ante ciertas situaciones, se desencadena el ataque de pánico).
Durante su aparición (y posteriormente), se puede tener miedo a: perder el control, volverse loco, sufrir un ataque al corazón, etc.
Trastorno de ansiedad generalizada
Tendencia continuada hacia la preocupación excesiva: darle vueltas a las cosas en exceso, con pensamientos rumiativos generadores de ansiedad. Se encuentran constantemente preocupados por algo.
Agorafobia
Miedo intenso a enfrentarse a situaciones donde el paciente interpreta que le sería difícil escapar y/o recibir ayuda. Puede aparecer un tercer factor, que es la vergüenza a la hora de pedir ayuda. Normalmente, se desencadena tras haber tenido uno o varios ataques de pánico, tras lo que el paciente comienza a tener «miedo al miedo».
La persona, comienza por evitar lugares a los que acudía y se va aislando progresivamente hasta tener dificultades incluso para salir de casa.
Algunos lugares que se suelen evitar, son: multitudes, centros comerciales, tiendas, ascensores, puentes, etc.
Fobia específica
Miedo intenso a determinadas situaciones y/o acontecimientos, p.ej.: tormentas, vuelos, agujas, etc.
Trastorno de estrés postraumático
Se desencadena como consecuencia de un evento altamente traumático. Dicho acontecimiento, puede haber sido experimentado por el paciente, y/o por alguien muy cercano y querido por este. Algunos hechos que suelen asociarse al TEP, son: agresiones físicas, violencia sexual, intentos de asesinato, etc.
Trastorno obsesivo-compulsivo
Miedo a pensamientos repetitivos y recurrentes que aparecen en la mente del paciente (obsesiones), y que trata de manejar con conductas que reduzcan momentáneamente su ansiedad (compulsiones), p.ej. la comprobación excesiva (p.ej. si se cerró el coche, la casa, el gas, etc.).
Sin duda, los trastornos de ansiedad deterioran considerablemente la calidad de vida del paciente. En los casos en los que aparezcan problemas de esta índole, es importante acudir al profesional cuanto antes, para que el miedo no se intensifique.