«La comunicación es un arma tan poderosa, que puede fomentar o destruir relaciones personales.»

Las relaciones sentimentales son complicadas; dos personas se enfrentan a su desarrollo teniendo ambas que adaptarse a las necesidades y expectativas del otro; por eso, es importante saber cómo expresarse, o lo que es lo mismo, cómo no comunicarse con la pareja :

• Tú Vs Yo:

Ante un desacuerdo, la peor manera de comenzar a abordar la problemática es con el pronombre «Tú»; ya que, consciente o inconscientemente, estaremos haciendo que la otra parte se sienta atacada. Por ejemplo: no es lo mismo decir «es que tú siempre estás igual, siempre haces lo mismo», que «me he sentido fatal cuando me has dicho que me callara». Utilizar el «yo» (y derivados), en lugar del «tú», es una buena forma de potenciar la comunicación y reducir las probabilidades de alargar la disputa.

• Generalizar Vs especificar:

Este es el error más común: no expresar correctamente lo que se quiere o desea. Si alguien reprocha a su pareja en términos generales, la demanda no queda clara. Por ejemplo: existe diferencia entre decir «es que no me ayudas en nada», a verbalizar, «me gustaría que fregaras los platos antes de que llegara del trabajo, para que no se acumule la loza en la cena». Ser concreto es la clave del entendimiento.

• Eres Vs estás:

Es importante tratar de evitar términos que se refieran a «lo que es la persona»; es distinto decirle a alguien «¡eres un desastre!», que «últimamente estás muy irascible». La primera verbalización hace referencia a cómo es la persona, y la segunda, a lo que ocurre en un determinado momento o período temporal.

• No elegir el momento Vs actuar con inteligencia:

Es imposible que una discusión se solucione cuando ambos miembros están secuestrados emocionalmente por la ira; una emoción que invita al «ataque», activando una de las partes más instintiva de nuestro cerebro. Alejarse emocionalmente, y esperar a que el enfado disminuya, es fundamental para dirigirse hacia la solución.

• Otras estrategias.

Es natural y comprensible, que una persona llegue a perder los papeles ante una circunstancia que le genere un gran impacto emocional. Sin embargo, las parejas con problemas suelen repetir patrones de comunicación disfuncionales (desquiciándose con facilidad), que impiden o dificultan la resolución del conflicto (pese al intento reiterado de ambos miembros por manejar la problemática).

Si necesitáis ayuda para reorientar vuestra pareja, contactad con nosotros; estaremos encantados de atenderos.

«No es inteligente alimentar las discusiones; es inteligente dirigirse hacia la solución de las mismas»