Cómo analizar si se tiene una buena autoestima
Una buena autoestima supone ser consciente de nuestras virtudes, y sentirlas como tal.
En ocasiones, lo que sabemos no se corresponde con lo que sentimos (p.ej. sé que soy buena trabajadora, pero no me siento así).
Esta desconexión entre la razón y la emoción, puede ser indicador de un déficit en la autoestima.
Tres síntomas de que tienes que trabajar tu autoestima
1. Comparación:
Compararse resulta inevitable. Es más, puede ser fuente de crecimiento (comparo la sabiduría que tiene otra persona y trabajo para aprender más), o de frustración.
La persona con una baja autoestima tiende a comparar demasiado aquellas características personales en las que interpreta que sale perdiendo.
Su atención se centra en en exceso en las carencias, ignorando sus virtudes.
Es natural que si se está aprendiendo una habilidad nueva, aparezca un cierto grado de inseguridad.
Sin embargo, si se vivencia como un malestar intenso contra uno mismo, se está distorsionando la realidad.
2. Diálogo interno:
Cuando no se tiene una buena autoestima, el diálogo interno de la persona (cómo nos hablamos) está lleno de reproches y críticas.
A la larga, si la persona se critica, poniendo el acento en lo que considera que le «falta», termina por sentirse «insuficiente».
Ahí es cuando nace y/o se potencian sentimientos desagradables hacia uno/a mismo/a.
Estos sentimientos se mantienen en el tiempo, no se trata de emociones puntuales (p.ej. de inseguridad).
El problema, es que la gente tiende a pensar que lo que siente es verdadero, cuando no tiene porqué ser así:
Alguien puede sentirse estúpido y no serlo en absoluto.
Sentir que se ha hecho el ridículo y no ser así.
Pensar que no se es válido y estar equivocado.
En este punto, ya da igual lo que digan los demás (p.ej. me ha encantado, eres muy bueno/a en tu trabajo, eres un amor de persona, etc.), ya que supone una alegría a corto plazo.
Una vez instaurado el sentimiento («me siento así»), continuarán pensando (de forma más o menos consciente) mal de sí mismos/as.
3. Indecisión:
Cuando se hace presente una baja autoestima, se tiende a filtrar la realidad según dos categorías extremas: perfecto Vs inválido.
Al realizar esta fragmentación, totalmente inalcanzable (nadie es, ni nada está perfecto al 100%), el «saco» de la imperfección comienza a llenarse, potenciándose la creencia de que «no se es suficiente».
Esta tendencia a querer hacerlo todo «bien» (sino, está mal), conlleva que tarden un tiempo excesivo en pequeñas decisiones intrascendentes:
¿Me compro esta camiseta en turquesa o en blanco?
¿Este jabón será mejor que este?
También necesitarán un apoyo excesivo de los demás a la hora de tomar decisiones que conlleven una mayor importancia:
¿Aunque me gusten más las otras funciones, debería cambiarme de departamento estando tan cómoda en este?
Sin duda, es difícil convivir con uno/a mismo/a cuando los tres ámbitos anteriores se encuentran activados. El malestar es intenso y saber identificar y trabajar esos tres puntos, resulta crucial para mejorar la calidad de vida.
Por eso, si te sientes identificado con el contenido del artículo, es importante que trabajes tu autoestima. Puedes contactar con nuestro equipo, estaremos encantados de atenderte: http://psica.net/contact/
«Quererse bien (generar amor propio), no es una utopía, ¡puedes conseguirlo!»
Si quieres conocer cuáles son los componentes de la autoestima, haz clic en el siguiente enlace: http://psica.net/2020/05/19/psicologo-vigo-componentes-la-autoestima/