En esta entrada te explicamos en qué consisten los problemas de conducta en niños y a qué son debidos 💥.
Problemas de conducta:
Los problemas de conducta forman parte del desarrollo normal del niño. Existen etapas, como la de los 2 a los 3 años, en las que este comportamiento desafiante sirve para explorar los límites de los adultos y su propia independencia. Sin embargo, cuando las conductas disruptivas van más allá de esta etapa de desarrollo normal o generan situaciones difíciles el hogar, podemos estar hablando de problemas de conducta o incluso de un trastorno de conducta.
¿En qué consisten?
Los comportamientos disruptivos se caracterizan por:
- La falta de seguimiento de las normas y órdenes.
- Discusiones con las figuras de autoridad (como padres o profesores).
- Comportamientos agresivos hacia los demás (insultos, golpes) o hacia objetos, etc.
- Estos pueden darse en casa, en el colegio o en otros contextos como en encuentros sociales.
Los problemas de conducta son multifactoriales:
No existen causas concretas de los problemas de conducta en niños. Esto es porque cada caso individual es diferente y porque pueden darse en contextos muy diversos. Por ejemplo, en un diagnóstico de TDAH o de Trastorno del Espectro Autista, en un período de estrés o incluso una depresión. Los padres NO son culpables de esta problemática. Sin embargo, estos, junto con los niños, se convierten en los principales responsables de solucionarla.
Los problemas de conducta en niños causan alteración familiar:
Cuando los padres viven esta situación suelen acabar sobrepasados. Esto es porque intentan todas las soluciones que están en su mano, muchas veces sin éxito. Las soluciones que se suelen adoptar, aunque intuitivas, no siempre son las más adecuadas (repetir las normas más de una vez, gritar para imponer nuestra autoridad, etc.). Gestionar un problema o un trastorno de conducta no es nada fácil y mucho menos si el que lo presenta es nuestro hijo. Por eso los psicólogos ofrecemos un programa de pautas para padres e hijos que ayudan a manejar a largo plazo los problemas de conducta y a mejorar la dinámica familiar.