«La ansiedad es una alarma interna que se activa cuando estamos en peligro»
La ansiedad, es una emoción que ha ayudado al ser humano a sobrevivir. El cerebro primitivo, contaba con dos respuestas básicas para la conservación de la especie: atacar Vs huir. Por ejemplo: cuando el neandertal atacaba, sentía ira Vs cuando el neandertal escapaba, sentía ansiedad (miedo intenso o pánico).
Ambas respuestas implicaban una activación del organismo, que ponía en marcha conductas dirigidas a la supervivencia (y que persisten hoy en día), como por ejemplo:
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El corazón late más rápido para poder irrigar de sangre las extremidades (brazos y piernas); tan necesarias para alejarse corriendo del peligro.
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La respiración se acelera, para que el organismo obtenga el oxígeno que necesita para realizar el gran esfuerzo que supone abandonar velozmente la zona de peligro.
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El estómago se «desregula», puesto que cuando la vida del individuo corre peligro, realizar una buena digestión es secundario.
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Otras respuestas psicofisiológicas.
Por eso, cuando existe un peligro real (p.ej. una persona va a ser atracada), el pánico es un aliado, ya que moviliza al individuo para huir y salvar su vida.
Sin embargo… cuando se activa sin que exista un peligro real y objetivo, es necesario determinar qué amenazas «subjetivas» constituyen tal carga emocional, que se activan las mismas áreas cerebrales que cuando un neandertal huía de la persecución de un animal salvaje y peligroso (ataque de pánico).
La ansiedad mantenida, afecta a tres componentes principales:
Cognitivo: pensamientos e imágenes mentales que generan ansiedad.
Conductual: comportamientos destinados a evitar o huir de situaciones ansiógenas.
Psicofisiológico: respuestas de activación del organismo (anteriormente especificadas).
Para recuperar un adecuado nivel de activación, es necesario trabajar las cogniciones distorsionadas y las conductas desadaptativas (y viceversa).
Hoy en día, la psicología cuenta con técnicas basadas en la evidencia para afrontar la ansiedad y reconducir la reactivación disfuncional de los circuitos anatómicos del pánico.